Emir Kusturica
El Fuego lo Amamantó
El crítico y realizador peruano, presente en Santa Fe de Antioquia, ha degustado como todos nosotros la obra de Kusturica, el más latinoamericano de los directores europeos. En este artículo reflexiona sobre la misma. El texto original apareció en la edición número 11 (segundo semestre de 1999) de la desaparecida revista La Gran Ilusión. Reproducimos algunos apartes.
por Joel Calero
EN EL ALBA, EL GALLO ANUNCIA EL CREPÚSCULO: LA FIESTA
Hacia el final de la película [Cuando papá salió de viaje], el padre al que alude el título del filme y su familia están juntos otra vez en Sarajevo. El reencuentro coincide, además, con la boda de su cuñado menor: el motivo de alegría, de celebración y de fiesta es, por eso, doble. Sin embargo, debajo de la festiva comunión y de la celebración del matrimonio, se va urdiendo un tramado de rencores, venganzas y revelaciones dolorosas que encuentran su mayor contundencia en lo que acontece con el pequeño protagonista del filme. Éste, que poco antes ha sido testigo del dolor de su madre porque su padre se ha acostado con una prostituta, juega distraídamente con su pelota de fútbol. Casi al costado de su madre que conversa con la novia, Malik dribla con torpeza y la pelota va a parar contra la verja del sótano. Al recogerla, descubre, con estupor, que su padre está montándose a Ankica. El niño, petrificado, sólo atina a recoger el balón y, cual escena primaria, los contempla alelado. El padre, luego de terminar, se aleja unos pasos, orina y, mirando con desdén a su antigua amante y delatora, vuelve a la fiesta; Malik, entre tanto, sube a su habitación, se acuesta -aunque es todavía de día- y se cubre con la colcha, como si quisiese sustraerse a la fiesta que para él ha sido la revelación rotunda de la sordidez.
Pero esa, aunque paradigmática, no es la única escena en la que una celebración se enturbia con lo doloroso. Si esta crónica familiar de los azares de la historia política de la Yugoslavia de los años 50 culmina en accidentado matrimonio, el drama familiar originado por la ausencia del padre -supuesto viaje de negocios que no es otra cosa que un destierro político en el que lo someten a trabajos forzados- se ha iniciado en medio de la celebración familiar del rito de la circuncisión del pequeño protagonista y su hermano.
(...)Resulta evidente, pues, que, para Kusturica, el éxtasis y el gozo que supone la fiesta exige, casi por necesidad y contrapeso dramático, el paroxismo del dolor, como si quisiese subrayar que ambos eventos humanos no son sino manifestaciones complementarias de una misma realidad indisoluble.
Es sabido que lo que algunos autores llaman la neurosis de Occidente se origina en la visión dicotómica y divorciada con la que se escinde la realidad. Bueno-malo; cielo-infierno; placer-dolor resultan, así, categorías que nuestra sociedad concibe como opuestas y no como complementarias en su polaridad, a diferencia de otras concepciones culturales, como la oriental-tradicional, por ejemplo. De esa manera, ciertos aspectos del cine de Kusturica, sin convertirse necesariamente en una visión crítica de una concepción de realidad, pueden ser considerados como el énfasis en la necesidad de diversificar y ampliar la realidad cinematográfica, impresión que parece ratificarse con unas recientes declaraciones suyas en las que, a propósito de Gato negro, gato blanco, dijo: "Una película no es socialmente importante si no realza las diferencias étnicas que deben ser consideradas en esta era de globalización".
LA ALMOHADA, LA SOGA Y EL ECRAN
El plano final de Cuando papá salió de viaje, en el que Malik, en pleno trance de sonambulismo se eleva por los aires, sintetiza y preludia uno de los tópicos caros al cine de Kusturica: lo onírico como supresión del displacer.
(...)Pero es en sus siguientes filmes, donde lo onírico, de múltiples maneras y conservando la misma valencia, ha asumido un protagonismo mayor. En Tiempo de gitanos, por ejemplo, cuando Danira gimotea desconsolada pidiéndole a su hermano que no la abandone en el hospital, descubre, a través del parabrisas del auto, a su madre muerta que vuela vestida de novia y le sonríe. Esa contemplación la sosiega de la angustia, aunque no pueda contrarrestar luego el desenlace de lo que ocurrirá. En la inserción natural, y no cuestionada por sus protagonistas, de eventos fantásticos como ése, se ha destacado la presencia de lo real maravilloso y el influjo de García Márquez. El cineasta, por cierto, ha corroborado esa impresión, aunque ha reconocido una deuda mayor con Chagall, su pintor dilecto.
(...)Pero lo onírico no es el único recurso con el que se exorcisa, de manera parcial, la pesada carga vital. En por lo menos tres de sus películas, alguno de sus personajes intenta suprimir el displacer de manera radical y acaba colgándose del tanque de un wc, de un campanario o de una viga cualquiera, aunque en los tres casos con infructuosos resultados. Un dato curioso: a despecho de ese adagio que dice que la vida imita al arte, el actor que protagonizó el frustrado suicidio de Perhan [Tiempo de gitanos] no tuvo la misma suerte que su personaje: el 3 de junio de 1999, Davor Dojmovic interpretó con éxito su suicidio. Para siempre.
También el cine, sueño vicario que nos proveemos concientemente, tiene en los filmes de Kusturica la misma valorización que los discursos oníricos. Ya en el temprano Cuando papá salió de viaje se puede observar que las escenas de armonía o reconciliación familiar son, precisamente, aquellas en las que juntos observan la proyección de las imágenes que Mizra ha dibujado cuadro por cuadro, volviendo a inventar el cine y la felicidad. Lo mismo ocurre en Tiempo de gitanos, donde la familia contempla la figuración del cine gracias a las bufonadas chaplinescas del tío Merzdan. Así pues, sueño, suicidio o cine son las fuentes que Kusturica provee a sus personajes para que, como él mismo, canalicen sus angustias y su desasosiego.
(...)Es cierto que Kusturica, como Fellini, es un autor dionisiaco y tumultuoso, pero este rasgo debe rastrearse en su imaginación desbordada y en su particular concepción del cine, mas no en el proceso de su puesta en escena, deliberadamente apolíneo y maniáticamente puntillista.
LA ORQUESTACIÓN DEL DESENFRENO
Si los personajes de Kusturica son ya naturalmente propensos al exceso y al desborde emocional, la irrupción de la música suele conducirlos a un estado de exaltación y desborde frenético en el que se confunden, mordiéndose mutuamente la cola, dolor y liberación. Más aun cuando, como casi siempre, ese desborde accionado por la música está acompañado de excesos alcohólicos. También ahora, en la escena del matrimonio de Cuando papá salió de viaje, encontramos una secuencia predecesora: Zijo, el cuñado de Mesha, responsable de su destierro, intenta reconciliarse con su hermana. Al ser rechazado, se dedica a secar, copa tras copa, una botella de brandy. Ebrio ya, coge la botella, la acuesta frente a sí, entrecierra los ojos, entona con pasión estentórea las letras de una canción popular eslava y, de pronto, descerraja un potente frentazo sobre la botella.
(...)Pero lo que singulariza la visión del cineasta bosnio es que la expiación del sufrimiento no es lastimosa como podría serlo, por ejemplo, en una vorágine de bolero y alcohol, sino que, por el contrario, la exudación del dolor es también el momento de la asunción del valor, la reconexión con las tensiones íntimas de sus protagonistas para renacer con renovada energía. Por eso, a la coreografía de brazos que se elevan en gesto solemne y épico, suele sucederle actos como los de coger una botella para estrellársela en la cabeza en un acto que no es -o no solamente- autocastigo sino, básicamente, enardecimiento, guapeo.
(...)Pero esta expresión de carácter no es sino una de las muchas afinidades que emparentan ciertos aspectos del cine de Kusturica con nuestro universo andino rural que, como otras culturas, ha sintetizado culpa católica y paganismo en una amalgama muy particular para la que algunos cineastas eslavos parecen ser muy sensibles, como el mismo Kusturica, Tarkovsky o Paradjanov que, en su memorable Sombras de Fuego, ha logrado también transmitir esa mirada densa y áspera sobre esos universos donde el éxtasis y la tragedia se abrazan con naturalidad.
Digámoslo de una vez: como en los psicodramas de Cassavettes, aunque de modo radicalmente distinto, los personajes de Kusturica se reconocen en la pulsión, el afiebramiento y la ebriedad, pero no la de la embriaguez, moderada y sensual, sino en la de la borrachera, carnavalización trágica y sudorosa con la que se reinventa -y se destruye- el mundo.
EMIR KUSTURICA - POR ALVARO RAMIREZ OSPINA
Uno de los más grandes talentos en los últimos 20 años dentro del campo del cine es el director Emir Kusturica. Su obra combina una perfección estética extraordinaria con un compromiso lúcido y profundo hacia la condición humana.
Sus films son originales y sugerentes y su mirada es alegre y melancólica a la vez. El cine de Kusturica desacomoda al espectador, lo conmueve y lo obliga a comprometerse con los personajes que presenta, seres llenos de vida y de contradicciones insolubles.
El hilo narrativo circula por senderos distintos al del relato convencional y se inspira en la tradición carnavalesca, donde reinan lo grotesco, la corporalidad baja y la celebración exaltada de la vida y de la muerte. La energía de los films de Kusturica deriva probablemente de su identificación y pasión por el cine de Federico Fellini, su punto de referencia y director favorito.
Emir Kusturica (1954) es uno de los directores yugoeslavos más reconocidos internacionalmente. Nacido en Sarajevo y egresado de la reconocida FAMU (Academia de artes representativas de Praga), se inició dirigiendo en la televisión yugoeslava antes de rodar su primer largometraje:¿Quién recuerda a Dolly Bell? (1981). Este film no solo despertó gran interés dentro de la crítica internacional sino que ganó el prestigioso León de Oro en el Festival de Venecia ése mismo año. Dolly Bell narra la transición de la adolescencia a la juventud de Dino, un muchacho que vive con su querido y enfermo padre y que se involucra con un grupo de pequeños criminales quienes le depositan la responsabilidad de esconder a una prostituta de la cual él se enamora.
En 1985 Kusturica vuelve a la palestra internacional con el aclamado film Cuando mi padre salió en viaje de negocios un film con el cual se llevó el La Palma de Oro en Cannes, cinco galardones en Yugoslavia y la nominación para un Oscar como mejor película extranjera. En este film, Kusturica construye con humor e ironía una cautivante historia de inocencia y perdón en el marco autoritario y rígido del régimen comunista del general Tito.
En 1989 con "Tiempo de Gitanos" explora con mirada penetrante la cultura gitana y la explotación de los jóvenes y niños.
En 1995 con Underground vuelve a ganar la Palma de Oro en Cannes. Se trata de una gran saga familiar que recorre alrededor de 50 años de la historia de Bosnia en un abigarrado fresco cuyos principales elementos son la música, el baile, la bebida y la muerte violenta. Es además un pormenorizado estudio de la condición humana a través de múltiples y complejos personajes. Kusturica se revela una vez más como un poderoso creador de seres imprevisibles y memorables, inspirados en las vidas, costumbres y estilo de vida de los gitanos (la gente Roma).
En 1998, ganó el Oso de Plata en el Festival de Venecia por la mejor dirección con el film Gato Negro, Gato blanco una extravagante farsa tragicómica filmada en un asentamiento gitano en las riberas del río Danubio. Allí Matko quien vive con su hijo Zare de 17 años le debe dinero y favores a su amigo Dadan un gángster más poderoso quien quiere casar a su hija Afrodita con Zare el hijo de Matko. Los dos jóvenes por supuesto están poco interesados en dicho matrimonio.
Kusturica ha concentrado su mirada en la cultura gitana, sus rituales, costumbres y en seres olvidados por los grandes medios cuya pertinaz resistencia como pueblo rebelde y musical, les ha permitido sobrevivir a pesar de los ataques y la discriminación racial sistemática a que han sido sometidos a través de los tiempos.
![]() |
¿Recuerdas a Dolly Bell? Sjecas li se Dolly Bell? Dirección: Emir Kusturica |
![]() |
Cuando Papá salió de viaje / Otac na sluzbenom putu Dirección: Emir Kusturica |
![]() |
Gato Negro, Gato Blanco / Crna macka, beli macor Dirección: Emir Kusturica |
<< Volver al 5to. Festival de Cine y Video de Santa Fe de Antioquia