Cine y poder

Victor Gaviria

Aunque el poder cruza todas las esferas de la vida del hombre, y por eso una gran cantidad de películas de alguna forma tocan este tema, elegir una treintena de obras que dieran cuenta de ello con la necesaria contundencia fue una labor ciertamente difícil. Cuando el tema de este año apenas era una idea, parecía una empresa demasiado ambiciosa referirse al poder en sus distintas esferas a través del cine, desde la intimidad hasta la ideología, pasando por una larga serie de categorías intermedias. Pero la lista final, a pesar de las normales limitaciones en la consecución del material, nos deja satisfechos y además complacidos de poderla compartir con el público del Festival.

La ventaja de tal amplitud del tema, nos permitió apelar a un sustancioso y heterogéneo repertorio de filmes y autores, repertorio con el cual tuvimos la posibilidad de retomar desde clásicos del cine como Orson Welles, Charles Chaplin o García Berlanga, con sus incombustibles obras, hasta las películas, siempre combativas y polémicas, de directores como Ken Loach o Patricio Guzmán. Así mismo, entre todos los cineastas que han dedicado toda o parte de su obra a tratar de entender y representar las complejas implicaciones del poder, seleccionamos a Pier Paolo Pasolini y Constantino Costa Gavras para dedicarles una pequeña muestra especial y la consecuente reflexión en torno a su obra, y a través de ellos comprender ciertos tópicos sobre el poder, así como sobre las distintas formas en que el cine lo ha abordado. Adicionalmente, y estimulados por la melancolía del adiós, hemos querido brindar homenaje al director y amigo Jaime Osorio, quien falleciera en pleno proceso nuestro de organizar el Festival.

Y en contrapartida con la programación académica que se concentrará en unos aspectos muy puntuales, la cinematográfica les ofrecerá a los asistentes al Festival una gran variedad, tanto de ejemplos sobre el poder en el cine, como de tratamientos cinematográficos del poder. Incluso con el repaso que propone este grupo de películas sobre distintos niveles, casos y miradas del poder, es posible hacerse a una idea de los procesos históricos y culturales del último siglo, los cuales han sido condicionados, principalmente, por la forma en que la humanidad ha asumido y soportado el concepto de poder. De paso, porque de eso también se trata el cine, apropiarnos de esas miradas y esa reflexión para aplicarlas a la problemática realidad del país, que ciertamente es en buena medida producto del poder, de lo que se hace para conseguirlo y lo que se acomete para detentarlo.

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